Este es el rincón en Internet de la obra DAGUERROTIPO de JESÚS SANZ PERRÓN y publicado por EDITORIAL LAMPEDUSA.
Esta web estará regularmente actualizada con contenidos sobre la obra, el autor y un sin fín de detalles más.
Por las diferentes secciones podrás navegar y obtener todo tipo de información sobre el libro.
PARA MÁS INFORMACIÓN O PARA REALIZAR UN PEDIDO SÓLO TIENES QUE ESCRIBIR UN EMAIL A: editor@editoriallampedusa.es
DAGUERROTIPO 
Sí, sí, casi no me lo creo, tánto tiempo esperando: será el 26 de este mes de septiembre de 2012, a las 19 horas, en Casa del Libro, C/ Fuencarral, 119 de Madrid.
Sí, sí, el 26 de este mes de septiembre se ha presentado en Casa del Libro de Madrid, en Casa del Libro de C/ Fuencarral, 118 con éxito. Novela con redacción exquisita, vocabulario amplio, tema sencillo, ameno, para recordar, releer…
Gracias a todos los que nos acompañaron en la presentación de la movela en la Casa del Libro. Fue una experiencia estupenda y un placer compartir esa tarde con tantos amigos.
Me gustaría invitaros, a que aquellos que lo deseen, a compartir aquí, después de la lectura de la novela, algunas impresiones.
En mi blog he redactado una entrada sobre la novela Daguerrotipo.
http://grafica-artica.blogspot.com.es/2012/09/daguerrotipo.html
Ah¡ que ya se olvidaba: gracias, como no, a la Editorial Lampedusa, de Barcelona, y a Sergi, y a Pilar por su diligencia y colaboración. En fin, a tod@s.
Fue la presentación,el 26 de septiembre de 2012, en Casa del Libro, Fuencarral, 119, de Madrid, de la novela «Daguerrotipo», una novela sencilla, transparente que, entre otras cosas, dice algunas verdades -con minúscula, claro – que ahora, en la distancia, parecen mentira. En serio.
Hoy, aun venciendo el natural estupor de los 10 años del 11M (10 años de conspiranoia) quisiera contribuir en alguna medida a la necesaria distensión de los ánimos, perdonar, sin olvidar, aquel horror, recordar a las víctimas, saludar la sentencia que aún les cuesta aceptar a algunos, y agradecer a todas las víctimas su buen ánimo, su resignación ante tanta sinrazón, y esperar tiempo mejores.
Así que quiero plasmar aquí un pequeñísimo cuento. A ver si puedo.
Homero
La chica lee extasiada en tanto que yo observo absorto el paisaje siempre cambiante que, a modo de calidoscopio, se sucede sin solución de continuidad. ¿Cómo puede permanecer indiferente – me pregunto – ante la avalancha de colores: verdes, azules, ocres…, el arco iris, en fin? Irá a su trabajo – pienso –, o quizá le espera su novio, o sus padres, o su hermano. Y yo sigo preguntándome, un punto intrigado, por qué no levanta la mirada, siquiera un instante, para contemplar la maravilla que la Naturaleza nos ofrece cada día. Por un momento tengo la tentación de interrumpirla y recomendarle – rogarle incluso, por favor – encarecidamente el gratuito espectáculo. Y sigo observándola con curiosidad temiendo que se va a perder el prodigio. El tren va refrenando poco a poco la marcha hasta detenerse junto al andén. Hemos llegado al destino, y entonces sí, la chica cierra el libro y yo alcanzo a leer “La Odisea”. “La Odisea” es, al parecer, el título; y debajo “Homero”, el autor, supongo. Y ahora crece mi indignación, al punto que estoy tentado de montar en cólera y reprenderla -de buenas maneras, eso sí – por haberse perdido el espectáculo que la madre Natura nos regala cada día. Hay que ser sublime, me digo, y aprender a escoger en cada instante, carpe diem, lo que la vida nos regala. Nunca acabaré de entender el desprecio de una juventud cada vez más adicta a perder el tiempo leyendo best sellers que no conducen a ninguna parte y el absoluto desprecio por una belleza que tenemos ahí, al alcance de la mano pero que se desprecia impunemente. Y al fin pienso: ¡Qué confundida está pero qué razón tiene!
Hoy, aun venciendo el natural estupor de los 10 años del 11M (10 años de conspiranoia) quisiera contribuir en alguna medida a la necesaria distensión de los ánimos, perdonar, sin olvidar, aquel horror, recordar a las víctimas, saludar la sentencia que aún les cuesta aceptar a algunos, y agradecer a todas las víctimas su buen ánimo, su resignación ante tanta sinrazón, y esperar tiempo mejores.
Así que quiero plasmar aquí un pequeñísimo cuento. A ver si puedo.
Homero
La chica lee extasiada en tanto que yo observo absorto el paisaje siempre cambiante que, a modo de calidoscopio, se sucede sin solución de continuidad. ¿Cómo puede permanecer indiferente – me pregunto – ante la avalancha de colores: verdes, azules, ocres…, el arco iris, en fin? Irá a su trabajo – pienso –, o quizá le espera su novio, o sus padres, o su hermano. Y yo sigo preguntándome, un punto intrigado, por qué no levanta la mirada, siquiera un instante, para contemplar la maravilla que la Naturaleza nos ofrece cada día. Por un momento tengo la tentación de interrumpirla y recomendarle – rogarle incluso, por favor – encarecidamente el gratuito espectáculo. Y sigo observándola con curiosidad temiendo que se va a perder el prodigio. El tren va refrenando poco a poco la marcha hasta detenerse junto al andén. Hemos llegado al destino, y entonces sí, la chica cierra el libro y yo alcanzo a leer “La Odisea”. “La Odisea” es, al parecer, el título; y debajo “Homero”, el autor, supongo. Y ahora crece mi indignación, al punto que estoy tentado de montar en cólera y reprenderla -de buenas maneras, eso sí – por haberse perdido el espectáculo que la madre Natura nos regala cada día. Hay que ser sublime, me digo, y aprender a escoger en cada instante, carpe diem, lo que la vida nos regala. Nunca acabaré de entender el desprecio de una juventud cada vez más adicta a perder el tiempo leyendo best sellers que no conducen a ninguna parte y el absoluto desprecio por una belleza que tenemos ahí, al alcance de la mano pero que se desprecia impunemente. Y al fin pienso: ¡Qué confundida está pero qué razón tiene!
Así es España, sí señor. Spanish is different, que decía Fraga, el primer y último político franquista, Bueno, el último, no, porque si nos ponemos a contar… el infinito se quedaría corto. Ya suenan, ya se oyen los claros clarines. Apenas se barruntan las elecciones, apenas se han oído los nombres de algunos nuevos-novísimos candidatos y ya están apuntando, se oyen los primeros disparos, las siempre dispuestas invectivas, las descalificaciones a barullo, a bulto, a ver quién cae. Está la cosa como está, la crisis haciendo estragos, el pueblo llano aguantando hasta la extenuación e, incluso, la indigencia y algunos pretenden que los primeros espadas de los partidos de siempre sigan adoctrinando, mintiendo, exprimiendo a las clases más populares, y así por los siglos de los siglos. En fin: cambiar algunas cosas de menor entidad para que nada cambie. Y los de siempre manejando la cosa pública -y privada – a su antojo ¿Quousque tandem, políticos corruptos, abutere patientia nostra? ¿Será, quizá, hasta que la providencia nos provea de un nuevo espadón o similar? Que la providencia se apiade de todos; o de casi todos.
Hoy, 8 marzo 2015, he visto en «La poesía no muerde», mi poesía !Que no te lo digo¡